15-08-1992. Se celebra el Día Nacional de la India en Expo 92

#expohemeroteca: 15 de agosto de 1992

Pabellón de la India en Expo 92.

La India celebró aquella jornada su Día Nacional en la Expo, con un conjunto de actos protocolarios y culturales presididos por la ministra de Turismo del Gobierno indio, Kaur Sukhbans, el director general de turismo, Wogesh Chandra y la embajadora de la India en Madrid, M. Bhalla.

Este país, que estuvo a punto de descolgarse del proyecto de Expo 92 por no recibir las subvenciones que pedían las autoridades hindúes, celebró su día con la presencia de dos grupos indios de música clásica y folclórica, que actuaron en el Palenque y en el Auditorio.

Bandera de la India.

El comisario del pabellón de la India, Javed M.N., declaró que tuvieron cuarenta y ocho horas para montar los contenidos del pabellón debido a la falta de interés de los responsables de su país y a la falta de presupuesto.

El edificio, realizado por los arquitectos Julio y Cristina Peletzer, se levantó en la Avenida de las Palmeras y se distinguió por los colores que recordaban a las plumas del Pavo Real, ave nacional de la India.

Pabellón de la India.

Entre los contenidos principales del pabellón destacaron los descubrimientos que la India ha aportado al mundo, como el signo cero, las cuentas negativas, los instrumentos quirúrgicos y la filosofía de Gandhi sobre la independencia sin violencia.

La hospitalidad se percibía en los primeros pasos del recorrido por el pabellón a través de unas imágenes que mostraban el ritual de bienvenida bajo las siguientes palabras:

<<Día y noche serviré/ que te depare buena fortuna/ que sea tu huésped como dios/ para ti>>.

Una pequeña estatua de bronce simbolizaba los tres dioses indios: Brama, Bishanu y Sava.

Pabellón de la India.

El visitante descubría la India a través de grandes fotografías y textos sobre los pensamientos y aportaciones de los sabios indios al resto del mundo.

En el patio del pabellón reinó un pavo real entre las tradicionales telas y objetos indios. Este país tejió la muselina con unos métodos que habían sido transmitidos de generación en generación: <<la muselina es tan fina que se parece a la gasa de telaraña>> señalaba una inscripción.

Interior Pabellón de la India.

Los trabajos de ornamentación mostraban la afición por los detalles, que supuso el apogeo de la pintura en miniatura, como podía percibir el visitante gracias a los cuadros expuestos.

Los visitantes podían adquirir tanto dentro del pabellón como en la pequeña tienda que había en el exterior todo un repertorio de objetos de plata: pendientes y pulseras a 2000 pesetas, cajitas desde dos mil a quince mil pesetas. También abundaban los objetos de madera y nácar y las piedras semi-preciosas: cajas de hueso, nácar y madera desde 3000 a 5000 pesetas. Bolsos, pañuelos y cojines formaban parte del repertorio de la oferta india.

Interior Pabellón de la India.

En el pabellón también había un pequeño restaurante donde los visitantes podían degustar la comida india. El aroma inolvidable de esta tierra no sólo consistía en la fragancia del jazmín sino también en sus platos cocinados con especias tan sabrosas como el curry. Platos elaborados con cúrcuma, cardamomo, jengibre, cilantro, nuez moscada y semilla de amapola.